Aunque cada vez tenemos mejores móviles, la verdad es que las pantallas siguen siendo «relativamente» pequeñas. Y aparte de eso, las redes son poco fiables y las personas se encuentran en todo tipo de situaciones cuando usan su móvil.
Pero adaptarse a estas restricciones puede ser una ventaja de cara al diseño de la web.
Tamaño de pantallas
Los primeros móviles salieron con resoluciones de 320x480px, lo cual significa que sólo disponíamos del 20% de una pantalla de ordenador (tomando como referencia 1024x768px). Por lo que el 80% de las imágenes, links, anuncios, videos, textos… de las páginas tenían que desaparecer o encontrar otro lugar.
Y es que es normal en muchas empresas que todo el mundo quiera poner algo de su departamento en la página principal. Y ves al equipo de diseño intentando rellenar todo ese espacio de la pantalla con promociones, interacciones, contenido, menús… para que todo el mundo este contento.
Pero cuando consideras la cantidad de información no necesaria o «basura» que llena una página web, descubres porque la «dieta» de la pantalla de un móvil puede ser buena tanto para el negocio como para los usuarios.
Y es que el no tener espacio ayuda a las personas a centrarse en lo importante.
Esto es como hacer una maleta para RyanAir. Sólo puedes llevarte lo que entra en el tamaño de cabina y que encima no pase de X kilogramos. Pues con los móviles sucede igual. No hay espacio para nada más que lo importante.
Obliga al diseñador a asegurarse de que lo que está en la pantalla son las características más importantes para los usuarios y el negocio.
Para ello tienes que conocer muy bien ambos. Diseñar para móviles te fuerza a ello, te guste a no.
Y una vez que has aplicado este pensamiento racional a la web móvil o app, te recomiendo que lo extrapoles a cualquier otra experiencia web.
¿Si puedes seleccionar las características y contenidos más importantes de la web para los clientes y el negocio, por qué debería esta priorización cambiar en función del espacio disponible?
Esta claro que hay diferentes patrones de comportamiento entre escritorio y el móvil, pero la importancia del servicio web debería ser el mismo. Sino puede que descubras que tus clientes prefieren usar (y sin tener por qué) la versión móvil antes que la de escritorio.
Cuando diseñas pensando primero en el móvil, el resultado final es una experiencia de uso centrada en las acciones principales que los usuarios hacen en la web sin que tengan que buscarlas entre elementos innecesarios.
Simplemente no hay tanto espacio en una pantalla de 320x480px para elementos cuyo valor es cuestionable.
Si te ha gustado este post te recomiendo que leas el siguiente, donde comentamos las restricciones en temas de datos y redes que tenemos que tener en cuenta al diseñar para móviles, y como aprovecharlas también para escritorio.
Nota: este artículo está basado en el libro MobileFirst de Luke Wrobleski (@lukew)