Muchas veces pensamos que los usuarios son vagos y que realizan tareas en dispositivos inadecuados, cuando tienen al lado el dispositivo que mejor les funcionaría.
Como personas elegimos el camino que menos esfuerzo nos lleva.
O que menos esfuerzo “creemos” que nos lleva.
Nuestro cerebro evalúa en cuestión de segundos y sin que nos demos cuenta el esfuerzo que nos cuesta realizar cualquier acción versus el beneficio que nos proporciona. Si creemos que es esfuerzo no vale la pena, no elegimos ese camino.
A veces lo que sucede es que desconocemos que exista una posibilidad alternativa y tendemos a seguir realizando la acción de la manera que conocemos.
Esta acción de evaluar y comparar la realizamos millones de veces al día, y es el resultado de años de evolución. De hecho, si tuviéramos que pensar en cada mínima decisión que tomamos cada día no podríamos hacer nada más. En cambio dejamos que nuestro cerebro elija por nosotros. Confíamos en esas elecciones.
Pero si hiciéramos una estimación del tiempo que nos llevaría, aprender una nueva herramienta y los beneficios que conlleva, versus a seguir usando la vieja y conocida herramienta, seguramente ganaría en ventajas la primera opción: aprender y usar lo nuevo.
O si en vez de buscar un viaje con el móvil tirado en el sofá, cogieses la tablet que tienes al lado e hicieras la misma acción, seguramente verías de manera más cómoda los resultados en la tablet.
Pero calculamos y vemos como menos costosos el seguir usando el móvil. Y eso sucede porque las personas en general, tenemos una visión a corto plazo.
Sólo vemos el siguiente momento.
Sólo una búsqueda más. Sólo ver un alojamiento más.
Con lo cual, ¿para que voy a realizar el esfuerzo de cambiar de dispositivo o de aprender una nueva herramienta?
Device Inertia
Y a eso Kara Pernice, en su artículo lo llama “Device Inertia”, o en castellano: «Inercia del dispositivo.
Si buscamos en el diccionario encontramos que Inercia, significa:
- Tendencia de los cuerpos a oponerse a cualquier cambio de su estado de reposo o movimiento.
- Falta de energía física o moral para alterar una costumbre o un modo de actuación
Y Pernice, como bien explica, este comportamiento no se aplica sólo a la tecnología.
Cuando bates un huevo puedes batirlo con un tenedor o con una espátula. Ambas herramientas las tienes en tu cocina, y una de ellas, la espátula está pensada, diseñada y comprada especialmente para esa acción. Pero si ya tienes el tenedor en la mano, no lo dejas y coges la espátula.
El beneficio que te da batir los huevos con la espátula, no supera el coste percibido de dejar el tenedor, coger la espátula, batir los huevos, limpiar y recoger ambos instrumentos.
Es por ello que nuestros diseños tienen que adaptarse a este comportamiento, y no obligar a los usuarios a que cambien de dispositivo. Porque no lo harán, sino que se irán a una página que si q esté adaptada.
Este artículo está basado en Why Designers Think Users Are Lazy: 3 Human Behaviors de Nielsen Norman Group.