Ayer en Las Naves fue el primer encuentro de una serie de 3 que se van realizar en torno a la realidad virtual para abordar diferentes problemáticas o retos sociales a los que esta tecnología puede dar respuesta, organizados porCol·lab, en este caso sobre Realidad virtual y Diversidad Funcional.
Mesa redonda con ejemplos de cómo aplicar realidad virtual en casos de diversidad funcional, diálisis y autismo (TEA). 😍 de los proyectos! pic.twitter.com/obyDOePpxl
— SaraClip (@saraclip) 30 de octubre de 2017
Durante la primera parte del evento, César Mari Jefe de sección de la Oficina Municipal de Atención a la Diversidad (OMAD) nos expuso cifras sobre la evolución en la ciudad de Valencia de los casos de diversidad funcional, haciendo un repaso de los principales problemas que se encuentran por tipo de diversidad, y por área (educación, sanidad…).
Y es que las cifras asombran. De los 791.632 habitantes de Valencia, 120.767 presentan algún tipo de diversidad funcional (cifras de 2016).
Un 15,25% de la población de la ciudad de Valencia presenta algún tipo de diversidad funcional
El mayor grupo de personas se encuentra situado en la franja de 45-65 años, un 32,77%, personas que aun les quedan muchos años por delante, y cuya calidad de vida se ve afectada.
Marcos Fernandez, Director de ARTEC y profesor de la Universidad Politécnica de Valencia, quien lleva desde el año 92 trabajando en desarrollar aplicaciones de realidad virtual, dio un repaso a la evolución de la tecnología, resaltando sabiamente que hay que lo complicado es entender para qué podemos usar estas tecnologías.
La tecnología es si, no resuelve problemas. Es una herramienta que hay que saber usar.
Posteriormente hubo una mesa redonda con Elena Olmo, coordinadora de NeuroEducation en LENI Lab (@LabLENI) de la Universidad Politécnica de Valencia, Borja Pérez, Doctor en Fisioterapia, y 2 integrantes de la compañía Nesplora (Maite, psicóloga y Marco, comercial) quienes explicaron sus diferentes proyectos y comentaron varios aspectos y limitaciones de estas tecnologías.
Elena está realizando estudios para la detección de trastornos del espectro autista (TEA) en niños utilizando tecnologías inmersivas como la realidad virtual.
La ideas es buscar métricas objetivas que se relaciones con baterías diagnósticas para la detección lo antes posible del TEA, para evitar sobrediagnósticos o diagnósticos erróneos.
Es decir, un nuevo modelo de diagnóstico basado en las métricas fisiológicas obtenidas del paciente y que no esté sólo sujeto a la familia o al terapeuta.
Borja nos contó como a través del uso de tecnologías que detectan el movimiento, se puede ayudar a personas que tienen que estar conectadas a una máquina de diálisis a realizar ejercicios terapéuticos con los miembros inferiores (piernas), ya que al estar enchufados no pueden moverse.
Y es que el paciente tiene que ir varios días a la semana al hospital para poder sobrevivir, y este tipo de juegos aparte de hacer la espera más entretenidad y menos monótoma, les ayuda a paliar problemas asociados a la diálisis.
Una mejora de la experiencia del paciente increíble y de su calidad de vida
Nesplora desarrolla herramientas de evaluación e intervención neuropsicológica de Realidad Virtual, enfocadas a las áreas de educación, proyecto AULA y salud, proyecto Aquarium, usados en clínicas y hospitales.
Si quieres saber más, Col·lab es un espacio situado en Las Naves creado para idear proyectos de innovación que aporten solución a las necesidades de Valencia. En esta página puedes encontrar más información sobre el ciclo de sesiones en torno a la realidad virtual para abordar diferentes problemáticas o retos sociales.